domingo, 25 de agosto de 2024

D1



Descripción técnica y visual:

  • Técnica: Puntillismo con fuerte carga estructural geométrica. El uso de puntos genera texturas densas y dinámicas, mientras que las líneas y formas definen una arquitectura visual casi digital o cibernética.

  • Colores predominantes: Azules, verdes, naranjas, amarillos y rojos, dispuestos en capas que crean profundidad, vértigo y direccionalidad.

  • Composición:

    • En el centro de la obra, una figura humana oscura cae o desciende en posición invertida, lo que inmediatamente capta la atención y crea tensión narrativa.

    • Alrededor, se construye un entorno que recuerda a un espacio arquitectónico abstracto: una ciudad digital, una red de datos o una matriz tridimensional. Líneas rectas y estructuras en perspectiva sugieren una caída en picada a través de una realidad fragmentada.

    • En la parte inferior se insinúa una forma triangular, como una base, montaña o pirámide invertida, que podría simbolizar el punto de impacto, origen o destino.


Obra: D1

"No siempre caemos hacia abajo. A veces caemos hacia adentro, hacia la verdad que el ruido digital intenta silenciar."

Esta obra nace de una inquietud persistente: ¿qué ocurre con nuestra esencia en medio del colapso visual, informativo y estructural del mundo moderno? En “D1”, represento a un ser suspendido en una caída sin gravedad, atravesando un entramado geométrico que recuerda tanto a una ciudad como a un código, tanto a un sistema como a una prisión invisible.

La figura humana, invertida, flota dentro de un espacio que he construido a partir del puntillismo, pero reinterpretado bajo una lógica más técnica, casi arquitectónica. Cada línea, cada color, cada patrón responde a esa saturación que vivimos: algoritmos, pantallas, estructuras impuestas que nos condicionan a movernos sin pausa y sin centro.

No hay sangre ni violencia en esta caída. Es silenciosa, como lo es muchas veces la pérdida de identidad en un mundo cada vez más artificial. Sin embargo, la obra no es un grito desesperado. Es una invitación a detenernos, a contemplar lo que ocurre cuando dejamos de resistir y simplemente caemos. ¿Qué encontramos al fondo? Tal vez, nuestra forma más pura, más esencial.

Como artista visual, me interesa hablar de lo humano desde lo abstracto, de lo espiritual desde lo estructurado. “D1” es una reflexión visual sobre el vértigo contemporáneo, la lucha entre el alma y el sistema, entre el flujo natural del ser y la rigidez de las estructuras que hemos creado para contenerlo.




 

Meditación



Descripción técnica y visual:

  • Técnica: Puntillismo, con uso intenso de colores vibrantes aplicados mediante miles de puntos. Esta técnica otorga dinamismo, textura y una sensación casi hipnótica al conjunto.

  • Colores predominantes: Amarillos, azules, violetas y verdes, con acentos en rosados y naranjas. La paleta crea una atmósfera etérea y cósmica.

  • Composición:

    • En el centro, una figura humana en posición de meditación (flotando en loto), está sentada sobre una gran esfera azul, símbolo de un planeta o del propio mundo interior.

    • Desde el punto superior central emerge una gran explosión de luz solar o energética, cuyos rayos amarillos y azules inundan la composición.

    • Alrededor, múltiples esferas flotantes (planetas, conciencias o dimensiones) giran y orbitan en una danza cósmica.

    • El fondo está compuesto por ondas, flamas y formas ondulantes en tonos cálidos y fríos, evocando una fusión de elementos: fuego, agua, aire y éter.

Obra: Meditación

"Pintar es, para mí, una forma de meditar con los ojos abiertos. En cada punto, en cada color, deposito una vibración que conecta el alma con el infinito."

“Meditación” es una obra que nace del silencio. En ella busco representar ese instante suspendido en el tiempo donde el ser humano, al interiorizarse, se vuelve parte del universo. La figura central —serena, flotante— se encuentra en un estado de profunda contemplación, no solo de su mundo interior, sino del vasto espacio que lo rodea. No está aislada: está integrada.

El uso del puntillismo es aquí esencial. Cada punto es una chispa de energía, una célula de conciencia. Al agruparse, conforman no solo formas visibles, sino también vibraciones invisibles. Esta técnica me permite traducir la idea de que lo universal y lo espiritual están hechos de lo diminuto, de lo esencial.

Las esferas que orbitan a su alrededor simbolizan dimensiones múltiples del ser: pensamientos, planetas, ideas, pasados y futuros posibles. La gran luz superior no es solo un sol; es símbolo de la sabiduría universal, de esa fuente que todo lo nutre, todo lo observa, todo lo conecta. En la meditación, esa luz no está afuera, está dentro.

Con esta obra invito al espectador a hacer una pausa. A recordar que, aun en medio del caos externo, existe un centro —un planeta propio— desde el cual es posible observar, respirar, y reconectar con la totalidad.




 

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